Mexico - Sudáfrica
Empezó el mundial con el "clásico de los decibeles": Mariachis contra vuvuzuelos.
Aprovecho un corte comercial y me voy a la cocina, ahí me encuentra la transmisión del partido mientras realizo peligrosas maniobras con Fritz Cola, jugo de uvas y cerveza para hacer la típica "Sangría Karate Pig".
Pero no escucho fubol sino Fórmula Uno, actividad que detesto aún más que el Tocho. No lo puedo creer así que regreso a toda velocidad mientras la botella cerveza se me resbala y cae directo en mi dedo chiquito del pie.
Aúllo de dolor y dando saltitos veo que en la tele aparece el estadio, la cancha, los fanáticos pero el sonido es el mismo que el que hacen los escapes apretaditos de los malditos autos de carreras. Son la vuvulzuelas que me arrullarán durante todo el mes.
Las rodillas del pobre camarógrafo a nivel de cancha rechinan ya que tiene que agacharse para hacer el paneo a los mexicanos en el himno. Yiovani , el Chicharito y el Conejo Pérez son casi tan altos como los niños que tienen adelante.
Por cierto, cuantos años tiene el Conejo Perez? Ya en Francia 98 tenía pinta de veterano. Sorprende la inclusión como titular porque, desde 2005, se viene diciendo cada temporada que a Memito Ochoa se lo están peleando Real Madrid, Barcelona, Milán y Manchester United.
Empieza el mundial amargo, el que sólo Diego podrá salvar.
A Mexico le metieron un árbitro de Uzbekistan… ese es el peso que tenemos en la FIFA.
Cinco minutos son suficientes para darse cuenta que Sudáfrica tiene menos delantera que Shakira. Mientras que los mexicanos muestran el nerviosismo típico de todo comienzo de competición, los sudafricanos muestran el nervisismo de ser jugadores de futbol.
Han pasado 15 minutos y el Tri no ha aprovechado para marcar un golecito ya que los locales están más asustados que una prostituta contratada por Tyson.
El partido es insufrible, tanto que me dan ganas de ver una telenovela. Transcurre como un típico "solteros contra casados" hasta que por fin los locales inaguran el marcador.
Y en el gol se confirmó que para que el Conejo Pérez salga hay que tocarle el timbre, y por cierto, esa bola que le metió Chalalá se la tendrá que sacar el doctor.
Entró Cuautinflas y fue un asco. No le salio una por 20 minutos hasta que tiro el pase ese, despues lo intento 3 veces mas. Un payaso, era una boya en una batalla naval. Quizás con las Aguleeeees eso sea magnífico, pero en un Mundial, no.
Este es el Mundial de la metrosesualidad, por eso los sudafricanos fallan icreíblemente el 2 a 0, además le perdonan un penalty claro a México por ser el equipo que más metrosesuales tiene. Uno de ellos, Marquez, es el que aparece para poner el 1-1 final. Buen resultado para México por el gol de visitante. Claro, definirán en el Aztekeeeeee dentro de cincuentaytantos años con Cuauhtinflas de titular.
Cerramos esta primera entrega con un homenaje a Chalalalá, autor del primer gol del último mundial.