En algunas ocasiones, -como ahora que FC. Sankt Pauli ha perdido su sexto partido al hilo- uno como cualquier otro Historiador Pobre Pero Honrado (HPPH), tiene la impresión de que los Grandes Temas -ya saben, el Mundo, Nuestro Tiempo, la Teoría de la Historia, el Fubo, etc.- se nos han ido de las manos.
Porque he visto a las mejores mentes de mi generación concentrarse en la historia de las maneras y costumbres en la Corte del Rey Fulano VII, o del pueblo de San Juanito Chipitongo durante la Cristiada, El Retablo del muro Sur de la Nave Central del Convento de Santa Eruviges en la Iglesia de San Carmelo, o en los Doctores Zurdos Obregonistas en Acaponeta, reducimos nuestro campo de trabajo cada vez más.
Y nos quejamos de que a la gente no le interesa lo que escribimos, que prefieren ver la tele, que hay que explorar nuevas formas de difusión, de darnos a conocer, y aunque nos dan espacio en el Canal 2 a la medianoche, acabamos con nuestras oficinas inundadas de todos los videos y revistas que no pudimos vender.
Porqué?
Tiene que ver con el ultraindividualismo actual, el cual nos impulsa a ser la superestrella de uno u otro minitema? Acéptenlo, en cuanto dominamos un minitema, automáticamente nos volvemos expertos, Autoridades casi inmunes a la crítica.
Y es difícil tirarse el lance de intentar explicar los Grandes Temas. Seguro que requiere constante esfuerzo, paciencia, diciplina y un Ego que nos permita volver sobre nuestros pasos y aceptar que de vez en cuando se nos esxapa la tortuga, porque nadie va a explicarlo todo, y claro que en algún momento aparecerán críticas tanto finas como burdas para ponernos en nuestro lugar.
Acaso no hay becas que por tres o cuatro décadas nos garantizen la Santa Paz necesaria para, cual Titos Livios cualquiera, nos dediquemos a escribir nuestra Monumental y Grotesca Obra Maestra?
Acaso no podemos explicar los acontecimientos cuando la información se produce a la actual velocidad?
Apenas empezamos a hilar algo coherente cuando... Zas! El Nuevo Gran Acontecimiento ya está aquí, acaparandolo todo.
Paradójicamente, la excesiva transparencia del Mundo inhibe los intentos por explicarlo.
Como si la Historia se hubiera convertido en un eterno Reality Show.
Antes nos dabamos de topes ante la casi imposible tarea de encontrar fuentes adecuadas acerca de temas escabrosos, teníamos que atrevernos a suponer explicaciones, teorías, y además sustentarlas.
Por supuesto, los sinodales nos acomodaban unas reverendas palizas intelectuales, pero al menos aprendíamos algo: A ser Honestos.
Hoy hay que arponear el tema de moda con todos los datos curiosos que podamos encontrar, ponerlo junto con muchas ilustraciones en papel fotográfico y recetarselo a la gente bonita por 1000 o 2000 pesitos.
Hacer Documentales con animaciones computarizadas, muchas batallas, poner tienditas de recuerdos en todos los museos y revestir de arriba a abajo con rayos laser nuestras reliquias arqueológicas ahora convertidas en Espectáculo Multimedia.
Para seguirle la pista a este eterno Reality Show que es la vida, la labor de los historiadores ha entrado de lleno al mundo de la farándula.
Y mientras tanto, se nos escapa la Tortuga
Que podemos hacer?
Revolcarnos en la Historia-Espectáculo o permanecemos completamente ignorados, entregados a la práctica del canibalismo intelectual por una bequita?
Cómo podemos discernir la trémula línea entre la Difusión de la Historia y el Canal de las Estrellas?
Creo que en la Honestidad y la Responsabilidad de nuestro trabajo.
Nosotros no discutimos la Validez de los temas de investigación, sino su Trascendencia.
Podemos pensar, por ejemplo, que una obra que documente y concluya que el Cura Hidalgo tuvo muchas novias, podría quizás no ser tan trascendente como otra en la que se expongan ideas sobre la interacción de los distintos grupos sociales en la últimas dos o tres décadas del Virreinato.
El primer caso cae en la Historia Espectáculo y promete para Best-Seller en Sangrons.
El segundo mueve a la reflexión y comprensión del tema con una eventual retrospectiva a la actualidad.
Acá tenemos como minitemas el Fubo y el Blues, pero la verdad tampoco son tan minis que digamos. En lo posible los conectamos con lo que podemos, intentamos establecer los puentes adecuados para explicar el mundo desde ahí, siempre cuidandonos de los anacronismos y los prejucios baratos, los cuales nos aguardan detrás de cada helecho.
Y muy probablemente lo hagamos mal. Bué, lo importante es la honestidad del intento. Todavía creemos que, tratándose de Historia, la pregunta resulta más relevante que la respuesta.
Creemos que al menos el intento vale la pena. Creemos que de alguna manera, algo debe hacerse ante esta „Klingelton Kultur“ (algo así como Cultura de Tono para Celular), ya saben: rápida, estruendosa, barata y vacía.
Cerramos con dos chavos que se tiraron el lance de explicar el Siglo que se nos acaba de ir. Uno de ellos es el Profesional y el otro es el Gandalla.
Cada uno desde su respectivo ámbito nos da su inacabada e inexacta pero honesta opinión acerca del Siglo XX.
No quiere esto decir que todo este tiempo que Hobsbawm le ha dedicado a la Academia sean equiparables a los minutos de inspiración de Bocamuerta, no, por favor, acá los emparejamos arbitrariamente como ejemplo de que todos estamos en condiciones de intentar explicar algo acerca de la Historia.
El Profesional: Eric Hobsbawm
Vivimos en un mundo cautivo, desarraigado y transformado por el colosal proceso económico y técnico-científico del desarrollo del capitalismo que ha dominado los dos o tres siglos precedentes.
El Gandalla: Miguel Bocamuerta
Piensa yankee, folla yankee, come yankee, mata yankee, viste yankee, ama yankee, miente yankee, siente yankee, bombas yankee, cine yankee, arte yankee, porno yankee, petro yankee, pasta yankee, creo que hasta Dios es yankee… dime por cuánto tiempo
El Profesional: Eric Hobsbawm
El siglo XX no puede concebirse disociado de la guerra, siempre presente aun en los momentos en los que no se escuchaba el sonido de las armas y las explosiones de las bombas. (…)
El Gandalla: Miguel Bocamuerta
Siglo XX, Siglo XX, Guerra y Muerte,
XXI suma y sigue,
de que poco ha servido
Franco, Stalin
Franco, Hitler,
Hiroshima, Nagasaki,
Bombas Yankis, bombas Yankis
acabó la Guerra Fría y empezó la Preventiva.
El Profesional: Eric Hobsbawm
Porque he visto a las mejores mentes de mi generación concentrarse en la historia de las maneras y costumbres en la Corte del Rey Fulano VII, o del pueblo de San Juanito Chipitongo durante la Cristiada, El Retablo del muro Sur de la Nave Central del Convento de Santa Eruviges en la Iglesia de San Carmelo, o en los Doctores Zurdos Obregonistas en Acaponeta, reducimos nuestro campo de trabajo cada vez más.
Y nos quejamos de que a la gente no le interesa lo que escribimos, que prefieren ver la tele, que hay que explorar nuevas formas de difusión, de darnos a conocer, y aunque nos dan espacio en el Canal 2 a la medianoche, acabamos con nuestras oficinas inundadas de todos los videos y revistas que no pudimos vender.
Porqué?
Tiene que ver con el ultraindividualismo actual, el cual nos impulsa a ser la superestrella de uno u otro minitema? Acéptenlo, en cuanto dominamos un minitema, automáticamente nos volvemos expertos, Autoridades casi inmunes a la crítica.
Y es difícil tirarse el lance de intentar explicar los Grandes Temas. Seguro que requiere constante esfuerzo, paciencia, diciplina y un Ego que nos permita volver sobre nuestros pasos y aceptar que de vez en cuando se nos esxapa la tortuga, porque nadie va a explicarlo todo, y claro que en algún momento aparecerán críticas tanto finas como burdas para ponernos en nuestro lugar.
Acaso no hay becas que por tres o cuatro décadas nos garantizen la Santa Paz necesaria para, cual Titos Livios cualquiera, nos dediquemos a escribir nuestra Monumental y Grotesca Obra Maestra?
Acaso no podemos explicar los acontecimientos cuando la información se produce a la actual velocidad?
Apenas empezamos a hilar algo coherente cuando... Zas! El Nuevo Gran Acontecimiento ya está aquí, acaparandolo todo.
Paradójicamente, la excesiva transparencia del Mundo inhibe los intentos por explicarlo.
Como si la Historia se hubiera convertido en un eterno Reality Show.
Antes nos dabamos de topes ante la casi imposible tarea de encontrar fuentes adecuadas acerca de temas escabrosos, teníamos que atrevernos a suponer explicaciones, teorías, y además sustentarlas.
Por supuesto, los sinodales nos acomodaban unas reverendas palizas intelectuales, pero al menos aprendíamos algo: A ser Honestos.
Hoy hay que arponear el tema de moda con todos los datos curiosos que podamos encontrar, ponerlo junto con muchas ilustraciones en papel fotográfico y recetarselo a la gente bonita por 1000 o 2000 pesitos.
Hacer Documentales con animaciones computarizadas, muchas batallas, poner tienditas de recuerdos en todos los museos y revestir de arriba a abajo con rayos laser nuestras reliquias arqueológicas ahora convertidas en Espectáculo Multimedia.
Para seguirle la pista a este eterno Reality Show que es la vida, la labor de los historiadores ha entrado de lleno al mundo de la farándula.
Y mientras tanto, se nos escapa la Tortuga
Que podemos hacer?
Revolcarnos en la Historia-Espectáculo o permanecemos completamente ignorados, entregados a la práctica del canibalismo intelectual por una bequita?
Cómo podemos discernir la trémula línea entre la Difusión de la Historia y el Canal de las Estrellas?
Creo que en la Honestidad y la Responsabilidad de nuestro trabajo.
Nosotros no discutimos la Validez de los temas de investigación, sino su Trascendencia.
Podemos pensar, por ejemplo, que una obra que documente y concluya que el Cura Hidalgo tuvo muchas novias, podría quizás no ser tan trascendente como otra en la que se expongan ideas sobre la interacción de los distintos grupos sociales en la últimas dos o tres décadas del Virreinato.
El primer caso cae en la Historia Espectáculo y promete para Best-Seller en Sangrons.
El segundo mueve a la reflexión y comprensión del tema con una eventual retrospectiva a la actualidad.
Acá tenemos como minitemas el Fubo y el Blues, pero la verdad tampoco son tan minis que digamos. En lo posible los conectamos con lo que podemos, intentamos establecer los puentes adecuados para explicar el mundo desde ahí, siempre cuidandonos de los anacronismos y los prejucios baratos, los cuales nos aguardan detrás de cada helecho.
Y muy probablemente lo hagamos mal. Bué, lo importante es la honestidad del intento. Todavía creemos que, tratándose de Historia, la pregunta resulta más relevante que la respuesta.
Creemos que al menos el intento vale la pena. Creemos que de alguna manera, algo debe hacerse ante esta „Klingelton Kultur“ (algo así como Cultura de Tono para Celular), ya saben: rápida, estruendosa, barata y vacía.
Cerramos con dos chavos que se tiraron el lance de explicar el Siglo que se nos acaba de ir. Uno de ellos es el Profesional y el otro es el Gandalla.
Cada uno desde su respectivo ámbito nos da su inacabada e inexacta pero honesta opinión acerca del Siglo XX.
No quiere esto decir que todo este tiempo que Hobsbawm le ha dedicado a la Academia sean equiparables a los minutos de inspiración de Bocamuerta, no, por favor, acá los emparejamos arbitrariamente como ejemplo de que todos estamos en condiciones de intentar explicar algo acerca de la Historia.
El Profesional: Eric Hobsbawm
Vivimos en un mundo cautivo, desarraigado y transformado por el colosal proceso económico y técnico-científico del desarrollo del capitalismo que ha dominado los dos o tres siglos precedentes.
El Gandalla: Miguel Bocamuerta
Piensa yankee, folla yankee, come yankee, mata yankee, viste yankee, ama yankee, miente yankee, siente yankee, bombas yankee, cine yankee, arte yankee, porno yankee, petro yankee, pasta yankee, creo que hasta Dios es yankee… dime por cuánto tiempo
El Profesional: Eric Hobsbawm
El siglo XX no puede concebirse disociado de la guerra, siempre presente aun en los momentos en los que no se escuchaba el sonido de las armas y las explosiones de las bombas. (…)
El Gandalla: Miguel Bocamuerta
Siglo XX, Siglo XX, Guerra y Muerte,
XXI suma y sigue,
de que poco ha servido
Franco, Stalin
Franco, Hitler,
Hiroshima, Nagasaki,
Bombas Yankis, bombas Yankis
acabó la Guerra Fría y empezó la Preventiva.
El Profesional: Eric Hobsbawm
En suma, la catástrofe humana que desencadenó la segunda guerra mundial es casi con toda seguridad la mayor de la historia.
Uno de los aspectos más trágicos de esta catástrofe es que la humanidad ha aprendido a vivir en un mundo en el que la matanza, la tortura y el exilio masivo han adquirido la condición de experiencas cotidianas que ya no sorprenden a nadie.
Uno de los aspectos más trágicos de esta catástrofe es que la humanidad ha aprendido a vivir en un mundo en el que la matanza, la tortura y el exilio masivo han adquirido la condición de experiencas cotidianas que ya no sorprenden a nadie.
El Gandalla
Homo Sapiens, Homo Sapiens,
sí, sí,
Homo Sapiens, Homo Sapiens,
sí, sí,
Homo Sapiens, Homo Sapiens,
sólo monos vanidosos
destrozandose en el circo
cuyo espectador es el mismo Dios
comiendo palomitas
Y que es lo que vamos a hacer?
El Profesional: Eric Hobsbawm
No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado hasta este punto y por qué. Sin embargo, una cosa está clara: si la humanidad ha de tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente. Si intentamos construir el tercer milenio sobre estas bases, fracasaremos. Y el precio del fracaso, esto es, la alternativa a una sociedad transformada, es la oscuridad.
El Gandalla: Miguel Bocamuerta
Yo? Yo?
Yo pienso ladrar
Oh, si que pienso ladrar
incluso morder, desgarrar, boicotear, degollar, boicotear,
como un perro, como un perro, como un perro
como un perro, como un perro, como un perro
sólo monos vanidosos
destrozandose en el circo
cuyo espectador es el mismo Dios
comiendo palomitas
Y que es lo que vamos a hacer?
El Profesional: Eric Hobsbawm
No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado hasta este punto y por qué. Sin embargo, una cosa está clara: si la humanidad ha de tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente. Si intentamos construir el tercer milenio sobre estas bases, fracasaremos. Y el precio del fracaso, esto es, la alternativa a una sociedad transformada, es la oscuridad.
El Gandalla: Miguel Bocamuerta
Yo? Yo?
Yo pienso ladrar
Oh, si que pienso ladrar
incluso morder, desgarrar, boicotear, degollar, boicotear,
como un perro, como un perro, como un perro
como un perro, como un perro, como un perro
Creo que karate Pig es yankee. Payaso sangrón.
ResponderEliminar9
9:
ResponderEliminarKarate Pig es tan yankee como Pedro Weber "Chatanooga"
http://www.youtube.com/watch?v=RD1nPXwnzK8
ResponderEliminarNo me podía perder el homenaje a Pa blito Larios Iwasakii...
El Karate Pig es tan yankee que se pone pijamas del Tio Sam cuando se va a dormir
ResponderEliminarGrande Larioooos!!!
ResponderEliminarEl Vistapa es tan yankee que cuando el Tio Sam se va a dormir se pone su pijama de caritas de Vistapa