URUGUAY - FRANCIA
Y bueno, el record mundialista de Uruguay todavía lo tiene José Batista. Sólo 55 segundos en cancha antes de irse expulsado. Superen eso.
Y entonces un escalofrío nos recorre la espalda: Govou es el 10 de Francia.
Son 3 minutos de partido y Uruguay tiene 11. Record en los mundiales.
Y el partido se va diluyendo....entre que el arbitro tiene tetas y el nivel de juego es horrible (los uruguayos no dan 2 pases seguidos), empezamos a rogar que se termine ya el primer tiempo.
Después de una hora nos preguntamos
¿Ya terminó la repetición del partido del 2002 y empezó el de 2010?
Ah, ¿cómo?, ¿és este es el del 2010?
A los 75 minutos otra pregunta hace retumbar en su centro la tierra:
quién diría que el partido bueno era el de México, el de MÉXICO???
A los 85 la tercera pregunta:
Para esto cagaron a Irlanda? Para ESTO?
La repetición de este partido la da el Animal Planet.
5 minutos y Grecia está con todo al ataque, Grecia! al ataque!!
Después se convierte en ese lento, amargo animal que es, que ha sido, amargo desde el nudo de polvo y agua y viento....
Los coreanos a lo que saben, futbol rápido incontestable para una defensa griega que no encuentra sus Termópilas.
Los dos goles que reciben los europeos se hacen pocos, los orientales, pobres, después del partido tienen que apilar sus pacas de ropa gringa y dvds piratas toda la tarde en Tepito.
ARGENTINA - NIGERIA
Lo que le faltaba al Dié para recibirse de Dios era la barba.
Golazo de Heinze, pintaba todo para goleada pero si el Conejo Perez tapa lo mismo que una tanga el arquero nigeriano es una carpa de Circo... Messi por fin jugó a la altura de lo que hace en Barcelona, sólo le falto anotar los goles como lo hace en el Play Station.
INGLATERRA - EEUU
Faltó Krusty cantando el himno yanqui.
Lo que si apareció fue la experiencia de tantas temporadas en el Liverpool de Gerard y Heskey para el primer gol.
Parecía que era el otro capítulo más del unocerismo que ha caracterizado el mundial pero apareció por primera vez la Jabulani para hacer de las suyas, sorprendió a Green, el portero inglés, con las manos toavía en la taza de té y cayó el 1 a 1
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