Transformers, la venganza.... pero contra quién?

Acaso contra el público?

Porqué? que les hemos hecho además de pagar nuestras entradas?

No lo niego, cuando era un mocoso los transformers fueron mis juguetes favoritos, veinte inviernos después todavía tengo una humilde colección de transformes escondida en el sótano, sin que mi esposa lo sepa, y con los que juego bajo la luz de luna llena.

La trama de la primera cinta es una gringadera, previsible, llena de prejuicios, en ocasiones terriblemente absurda y en lo general carente de momentos memorables. Pero, con todo, aún era livianamente soportable, digo, no hay que pedirle peras al olmo, es absurdo andar de chilletita porque uno fue a ver Transformers y no prescenció un dramón bergmanniano.

La trama de este segundo episodio no solo es una gringadera, es lo más ridículo que se puedan imaginar, casi casi como la última cinta de Indiana Jones. Todos los personajes están basados en clichés, veamos:

1.- El protagonista es el típico joven buena onda "normal" que sin embargo tiene "algo especial" que lo hace "unico".

2.- Sus padres son los típicos padres de serie gringa.

3.-En la universidad todas las nenas parecen modelos de playboy y los tipos surfers californianos. Eso sí, son políticamente correctos y muestran que la gente de cada continente puede aspirar a la metrosexualidad.

4.- Los soldados gringos son héroes con un alto código moral y ético, que además,  se sacrifican por todos nosotros.

No me salí del cine sólo porque, por esas cosas de la vida, me tocó ver la cinta en un idioma casi incomprensible, así que me ahorré el sufrimiento y el insulto a la inteligencia del espectador que, muy probablemente estos suponen.

Por otra parte, nada bueno puede decirse de un guión en el cual da lo mismo si el público habla o no el idioma en el que se proyecta la cinta.

Algunos dirán que los efectos especiales valen la pena, y tienen razón, sin embargo el precio que hay que pagar puede ser demasiado alto, y no me refiero a lo que cuestan las entradas. Sí, los robots pelean gandallamente hasta la muerte, pero en cuanto interactúan con los humanos se vuelven adolescentes enamoradizas que chillan en conciertos pop.

Hay que añadir el tenebroso factor jar-jar-binesco que Bay incluyó en esta entrega, y agárrense,  no sólo hay uno, sino tres personajes que cumplen con esta nefasta misión chistosona-jacarandosa. 

Por si fuera poco, el legado arqueológico de culturas antiquísimas (Petra, Giza) funge de escenario 100% reciclable para las batallas.  Por supollo, de la manera más racista, no se deja de apuntalar el hecho de que cualquier atisbo de civilización no gringa o europea se debe a la intervención de seres  venidos de otro planeta.

Lo único rescatable acaso es la variedad de transformers, destaca Devastator, no sólo como transformer más chingón, sino también como el actor con mejor capacidad histriónica de todo el reparto.

Yo les recomiendo que mejor ahorren el varo de la entrada y se compren dos transformers de juguete y luego se los presten a dos niños de 7 años. Verlos jugar durante dos horas, les birndaría una historia mucho más interesante y lógica.

Palabra.

Cerramos con Megan Fox.

Recuerdan la escena cachonda en la primera cinta? esa donde abre el cofre de  un auto? arrancó varios suspiros (incluyendo uno que otro de mi esposa, lo cual me levantó bastante el ánimo) y, podemos decir que no fue una mala escena, a mi me recordó, por un momento, el video de la canción "Crazy" de Aerosmith.  

Bueno, en esta segunda cinta, cada vez que aparece en la pantalla parecería que está en una sesión de fotos para una revista chaquetera. Simplemente es ridículo, no porque no tenga lo suyo, sino porque es absurdo que tenga el mismo rostro de "cogeme papacito"  cuando habla con su perro, cuando está reparando una moto, o cuando está en peligro de muerte al ser perseguida por un robot gigante. Se hubieran ahorrado una buena lana si en su lugar hubieran puesto una muñeca inflable. 

1.- Adivinen quién es Megan Fox:

2.-

Ahora vean la imagen durante 150 minutos. Ya está, ya vieron la actuación de Megan Fox en Transformers 2.

De hecho, su gran escena se realizó fuera de la pantalla y tuvo como protagonista a uno de  sus fans:

El momento quedó inmortlizado en esta excelente foto, la cual ha sido comentada por Eduardo Huchín y Rodrigo Solís.

Por sí sola, esta imagen  brinda una mejor opción para realizar un filme que -transformers La venganza, y por mucho menos que los 200 millones de dolares que se gastó Bay.

Aunque,claro, en manos de Bay seguramente habría muchas más explosiones, lo mejor sería que se la dieran a algún genio, alguien capaz de dar un giro a la trama lo suficientemente valeroso para tener otro atisbo de realidad, es decir, algo como esto (ni perdan detalle al tatuaje del minino tocando el piano):

Oj - Alá